Cada minuto entra en el océano el equivalente a un camión de la basura lleno de plástico. Es un problema muy grave que requiere actuar con urgencia. El proyecto Plastic Bank tiene como objetivo recoger los residuos de plástico antes de que lleguen al océano prestando apoyo a las comunidades locales para que recojan el plástico y lo intercambien por ingresos adicionales o ventajas que pueden cambiar su vida. Como resultado, el proyecto ejerce un impacto positivo sobre la sociedad y también sobre el medio ambiente. 

¿Cómo funciona exactamente? Los puntos de recogida de plástico se establecen en zonas costeras especialmente afectadas por la contaminación de plástico y la pobreza. Al mismo tiempo, el proyecto empodera a los habitantes locales, que suelen vivir en condiciones de pobreza, para que se hagan miembros y recojan plástico antes de que pueda llegar al océano. En las sucursales de recogida, los miembros pueden intercambiar el plástico por dinero o por ventajas en el ámbito de la atención sanitaria, el trabajo o el seguro de vida, además de vales para productos alimenticios o material escolar. El plástico recogido se limpia, se clasifica y se recicla para obtener Social Plastic®, es decir, una materia prima que se reprocesa y se reintegra en los productos y los envases, con lo que se crea una economía circular. 

En la actualidad, el proyecto está activo en seis países: Brasil, Egipto, Indonesia y Filipinas, con una expansión en régimen de licencia en Camerún y Tailandia.

El proyecto Plastic Bank representa un compromiso adicional con la acción climática y no genera reducciones de emisiones verificadas. Por eso combinamos su contribución financiera a este proyecto con un proyecto de acción climática certificado.

Los océanos influyen significativamente sobre el clima, ya que absorben un 25 % del total de emisiones de carbono y captan un 90 % del exceso de calor generado por dichas emisiones. Los océanos también producen aproximadamente un 50 % del oxígeno de la Tierra y ayudan a regular las temperaturas globales al transportar el calor desde el ecuador hacia los polos.

Sin embargo, nuestros océanos deben hacer frente a graves amenazas causadas por la actividad humana. El cambio climático está provocando daños en los arrecifes de coral, la sobreexplotación pesquera está diezmando los bancos de peces y la contaminación por nutrientes agrícolas está contribuyendo a la formación de zonas muertas. Además, más de 12 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos cada año, a menudo transportadas por los ríos. Una vez en el océano, el plástico pone en peligro los ecosistemas marinos. Se estima que cada año mueren un millón de aves y 100 000 mamíferos marinos por ingerir o estrangularse con plástico en el océano.

La contaminación de plástico es especialmente preocupante en los países en vías de desarrollo, donde la infraestructura de eliminación de residuos falta o es inadecuada. Aquí entra en acción este proyecto.